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Emprendedor o Empresario
Imagina, Visualiza, Crea y Actúa.
Estos son los primeros pasos de un emprendedor, pero; ¿Qué pasa cuando ya tiene la empresa en sus manos?
La figura del emprendedor tiene características diferentes de las que tiene el empresario y aunque las características de uno y otro no son exclusivas ni limitativas a cada uno, estas tienden a separarse por un ingrediente llamado Intensidad.
La intensidad del emprendedor se enfoca en la creatividad, la imaginación, el forjamiento de una Visión y en ello pone toda su energía para lograr convertir en realidad una idea, un sueño. Esta fase de la actividad empresarial es fascinante y llena de gozos, alegrías e ideales de lo que se quiere ser y por supuesto genera imágenes de muy altas expectativas.
Es una etapa difícil de abandonar cuando la idea se convierte en una realidad, en una empresa naciente con responsabilidades hacia terceros, que en la fase de gestación no están presentes.
La figura del empresario es diferente y está matizada de características diferentes a las del emprendedor. Mientras que el emprendedor sueña para convertir ideas en realidades, el empresario tiene en sus manos responsabilidades y la urgencia de abandonar los sueños para resolver situaciones en la práctica.
Si pudiéramos resumir en una sola frase las diferencias, aunque no es categórico ni del todo absoluto y quizás tampoco totalmente correcto, podríamos emitir esta frase;
“el emprendedor es un soñador y el empresario es un práctico”
Para los emprendedores que desean con vehemencia alcanzar su objetivo, el cual por supuesto es, convertir en una empresa real una idea o un proyecto de empresa, existe un protocolo, una metodología, una gestión que deben invariablemente recorrer y seguir con puntualidad y con la mayor excelencia posible.
El profesionalismo con el que el emprendedor asuma su propósito y desempeño en el proceso de emprender, definirá el éxito de su ideal.
El profesionalismo con el que el emprendedor asuma su propósito y desempeño en el proceso de emprender, definirá el éxito de su ideal.
Por otro lado, para los empresarios las cosas no se pueden ver como emprendedores, recibir una empresa naciente requiere de un cambio en el enfoque, pues ahora no es un promotor, esa función pasa a ser una responsabilidad del departamento de promoción y ventas.
Ahora, el emprendedor se ha convertido en empresario, y su principal rol es, la de administrador, facilitador de las actividades y operaciones de la empresa, que no son pocas, ya no hay tiempo de soñar y crear ideas de lo que será. Esa parte ya quedó definida en el Plan de Negocios o Proyecto de emprendimiento que invariablemente debió haberse realizado.
Ahora, el empresario que antes fuera el emprendedor y que desea seguir al frente del proyecto dirigiendo las operaciones de la nueva empresa, deberá enfocar su intensidad en la administración, básicamente en la puesta en marcha y práctica del proceso administrativo. Y obviamente, no es que todas las fases de este proceso deba realizarlas personalmente, pero si dirigirlas y supervisarlas y por lo tanto, asegurarse de que se realicen con eficiencia y eficacia.
El nuevo empresario debe entender el valor de la capacitación, el estudio de las tecnologías administrativas, tanto para sí mismo coma para su equipo de colaboradores.
El proceso de transición de Emprendedor a Empresario no es fácil para todos, muchas nuevas empresas, sobre todo en las microempresas, pequeñas y las medianas (MiPyMEs) el índice de fracasos es alto, mayormente porque los emprendedores no tienen cultura o mentalidad empresarial y desestiman la necesidad e importancia de capacitarse, estudiar y adquirir conocimientos que les preparen para lo que sigue.
Ahora, el emprendedor se ha convertido en empresario, y su principal rol es, la de administrador, facilitador de las actividades y operaciones de la empresa, que no son pocas, ya no hay tiempo de soñar y crear ideas de lo que será. Esa parte ya quedó definida en el Plan de Negocios o Proyecto de emprendimiento que invariablemente debió haberse realizado.
Ahora, el empresario que antes fuera el emprendedor y que desea seguir al frente del proyecto dirigiendo las operaciones de la nueva empresa, deberá enfocar su intensidad en la administración, básicamente en la puesta en marcha y práctica del proceso administrativo. Y obviamente, no es que todas las fases de este proceso deba realizarlas personalmente, pero si dirigirlas y supervisarlas y por lo tanto, asegurarse de que se realicen con eficiencia y eficacia.
El nuevo empresario debe entender el valor de la capacitación, el estudio de las tecnologías administrativas, tanto para sí mismo coma para su equipo de colaboradores.
El proceso de transición de Emprendedor a Empresario no es fácil para todos, muchas nuevas empresas, sobre todo en las microempresas, pequeñas y las medianas (MiPyMEs) el índice de fracasos es alto, mayormente porque los emprendedores no tienen cultura o mentalidad empresarial y desestiman la necesidad e importancia de capacitarse, estudiar y adquirir conocimientos que les preparen para lo que sigue.
Casi todo en el papel es maravilloso, pero en la práctica las cosas son un tanto diferentes. No obstante, la solución está al alcance de la mano, y esto es, cambiar el enfoque de la intensidad que caracteriza al apasionado de un proyecto empresarial. Estudiar y prepararse siempre ha sido la CLAVE del éxito en cualquier actividad, el estudio nos mantiene actualizados y listos para enfrentar el dinamismo de la época.
Gracias por leerme, espero que esto te haya sido de utilidad.
¡Por tu superación!
Víctor M. Olguín E.
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